lunes, 9 de septiembre de 2013

10 libros fundamentales de nuestros tiempos

15 de agosto de 2013
10 libros fundamentales de nuestros tiempos
El dossier de la revista Letras libres de este mes es extraño. No por el ejercicio de enlistar, mismo que se ha discutido en tantas partes, y que sin duda es antesala del arte de coleccionar y de ordenar, sino por la misma selección que los colaboradores de dicha revista hicieron. A saber, cada autor entregó un listado de los libros que para ellos son parte fundamental de la modernidad, cualquier cosa que eso signifique. Más allá de los chistes involuntarios, la pedantería, y los criterios bastante laxos de selección, tomo como un ejercicio y comparto a continuación mis 10 clásicos fundamentales de nuestra época.
1.- Pedro Páramo. Juan Rulfo. El monstruo de la literatura mexicana, para bien y para mal. Algunos lo reverencian, otros temen su presencia, pero contrario a aquel que nunca debe ser nombrado, este libro estará en cualquier listado, por méritos propios de sus técnicas narrativas, le pese a quien le pese.
2.- La insoportable levedad del ser. Milan Kundera. Literatura sobaquera, solía decir uno de mis maestros favoritos de la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara, cuya opinión nunca compartí. Para mí, este libro es, en todo caso, el mejor ejemplo de literatura aforística, pues suele iniciar una gran escritura a partir de bellas frases. Este libro desnuda, además, el conflicto del desterrado, y de las luchas ideológicas del siglo XX. Un espejo de todas las caras del hombre en cuatro personajes.
3.- Watchmen. Alan Moore. En el siglo de los héroes y las ilusiones, nada mejor que una novela gráfica que apele al desencanto de todo lo conocido. En esta obra, más que en ninguna otra que haya leído de este autor, Moore hace uso de todos los recursos que tiene a la mano: el cómic en primera instancia, y cientos de argucias metaficcionales como respaldo. Su obra de la desilusión nos deja una certeza brutal: nada termina nunca.
4.- Desgracia. J.M. Coetzee. Como pocas, una poética de los fracasos y las renuncias. Un texto que duele, y que nunca, bajo ningún motivo cede a la esperanza.
5.- Ensayo sobre la ceguera. José Saramago. La fina ironía de Saramago aparece en esta obra donde los restos de una humanidad ciega por fin descubren en su exceso de luz la oscuridad de sus actos.
6.- La carretera. Cormac McCarthy. Pocas cosas tan difíciles para un misántropo que hablar de amor y que su discurso sea, además, creíble. La mejor novela del amor de un padre a un hijo en tiempos donde todos los caminos conducen al apocalipsis.
7.- Una introducción a la teoría literaria. Terry Eagleton. Mi escape de la literatura me lo proporciona esta obra clásica del análisis discursivo. Lo que Eagleton propone es maravilloso: utilizar las herramientas de la crítica literaria para hacer un análisis de la realidad.
8.- Obras completas. Tomo dos. Jorge Luis Borges. Sin duda Borges es el maestro de los artificios en la literatura, el lector y el escritor perfecto, el creador de la Biblioteca de Babel y cuantos elogios quiera ponerle uno a este brillante escritor. ¿Por qué elegir un solo tomo y no las obras completas? Tal vez porque ningún exceso es bueno. En Obras completas. Tomo dos encontramos al mejor Borges; no al que estaba en formación, ni al que ciego tuvo que recurrir a sus múltiples escribas. Aquí está Borges por Borges, de Otras inquisiciones al Elogio de la sombra, el autor de "El golem," "Borges y yo" y tantos más. El mejor Borges, pues.
9.- Esperando a Godot. Samuel Becket. Lo mejor de Irlanda en Francia. El absurdo en su máximo esplendor. El salto de un cínico "preferiría no hacerlo" a un existencialista grito llevado a sus últimas circunstancias. ¿Qué hacemos aquí? Esperamos a Godot...
10.- Cualquier libro de Slavoj Zizek. El hombre que regresó a la filosofía a los principales aparadores. Zizek parte de las corrientes más obscuras del psicoanálisis lacaniano y lo mejor del pensamiento marxista para explicarnos a Hitchcock, Socrates, Hitler, y cualquier signo popular que esconda una ideología. Casi cualquier cosa.
Mención honorífica merecen La mano de La Buena Fortuna de Goran Petrovic, y 13,99 de Frederic Beigbeder. El primero por ser un libro hermoso que apela en todos sus niveles al siempre bello acto de la lectura, y el segundo por ser el evangelio del nuevo milenio.

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