domingo, 20 de enero de 2008

20 de enero de 2007
Culpa
Hasta donde recuerdo todo fue su culpa, pues no fue mucho el tiempo que pasó cuando noté lo extraño que era este sitio. Los detalles más peculiares del lugar, como las paredes acolchonadas y el mediocre aspecto de la mayor parte de los habituales, perdían su espectacularidad con la uniformidad de ese blanco omnipresente. Fue por eso que decidí darle un poco de vida, un poco de color. Si he de ser sincera, creí no encontrar los medios para hacer lo mío hasta que recordé la sangre. Lo que ve en esa foto es culpa suya. Yo no estoy loca; el único insano aquí es usted, por mandar pintar todas las paredes de blanco.
19 de enero de 2008

jueves, 17 de enero de 2008

10 de enero de 2008
Tres minificciones
El hijo de la razón
Hubo una vez una fábrica de monstruos. Su método de trabajo, llamado fantasía, era sencillo, pues sólo necesitaba, como mínimo, que un hombre soñara con palabras para hacerla funcionar. De vez en vez era necesario reemplazar al laboral, y así, cada demiurgo elegía a sus aprendices. Llegado el momento, éstos se convirtieron en maestros, y así, dieron pie a nuevas creaciones.
El exceso de trabajadores propició que cada uno abriera su taller, y pronto proliferaron las fábricas de monstruos. En vista del alud de descalificaciones que venía, uno de esos hombres concibió, con ayuda de una malintencionada razón, la idea de coronarse como el mejor creador de monstruos. Así, pasó de la fantasía a la realidad; su monstruosa creación adquirió vida y se llamó El Hijo de La Razón.
6 de diciembre de 2007
Kkk
...Ahora, los fantasmas de aquellas viejas fotografías en blanco y negro, siempre blanco y negro, me recuerdan con vergüenza los días donde una alba túnica disimulaba lo oscura que tenía la conciencia.
10 de noviembre de 2007
Éxodo
El nuevo Moisés, apoyado en su poderosa milagrería, equivocó las instrucciones para separar las aguas y las condensó en un puñado de nieve. El éxodo no fue, por esto, un fracaso. Los hombres aprovecharon el hielo para confundir en la blancura sus errores y poder iniciar así la vida nueva.
13 de septiembre de 2007
15 de enero de 2008
A propósito de los propósitos
Es de todos sabido, quiero suponer, aquella frase que reza “para romper las reglas es necesario conocerlas”. Yo, conocedor del Manifiesto Infrahuevón, trato de apegarme en lo posible a cada uno de sus postulados, en especial a ese que se opone a las listas de supermercado como forma de creación literaria. Sé muy bien, sin embargo, que como todo Infrahuevón que se respete, es mi obligación burlarme un poco de los usos y costumbres que alienan a la sociedad.
Por eso y muchas cosas más, hago llegar a todos ustedes, de la manera más atenta, mi pequeña lista de propósitos de año nuevo, todos ellos singulares, sin duda alguna, y alejados de las primarias fórmulas del dejar de fumar y hacer ejercicio. Un saludo a todos.
1.- RBD, alienación de adolescentes que pretende hacer música y dinero, robó la diversión de estas fiestas al incitar a sus seguidores a disfrutar el maratón Guadalupe Reyes. Así, he de instaurar, con carácter de obligatorio, el maratón Reyes Guadalupe. Que otros soporten sobrios el resto del año. Yo beberé como cosaco desde el seis de enero hasta el doce de diciembre. 
2.- Si he de beber como cosaco, es obligación mía semejar en mi aspecto a uno de ellos. Reconociendo que la indumentaria de éstos es, por decir lo menos, insoportable en la región intertropical, prefiero dejar de lado mi imberbe aspecto y alejarme de rastrillos y navajas durante un largo año.
3.- Iniciar, por puro gusto, la escritura del libreto operístico de la vida de Valentín Elizalde. La pregunta es necia y además ofende; el trabajo incluirá sus canciones más famosas.
4.- Andar con una casada.
5.- Andar con una divorciada. Quiera el destino sea la misma del punto anterior, con términos legales y civiles completamente diferentes.
6.- Producir a una banda prefabricada. Mi más próximo prospecto es Chancro Blando Chipsy Girls. Las audiciones están abiertas.
7.- Contraer una enfermedad venérea. Quizás sea chancro blando.
8.- Tener mis quince minutos de fama mass media. Ser portada de Quién, Hola o Mi guía como el hombre del año.
Y si así no lo hiciere, que la nación me lo demande.