jueves, 13 de septiembre de 2007

13 de septiembre de 2007
“La ficción ocurre en el límite”
A propósito de Cortázar y sus remembranzas acerca de la definición de literatura fantástica y poesía, donde todo el ser de las mismas queda fuera de cuanto pueda decirse, recuerdo las ideas que, a posteriori, pronunció el científico catalán Jorge Wagensberg, acerca de los cuerpos y sus definiciones. Palabras más, palabras menos, para este hombre, la ficción se da en la frontera de cada ser, ya que en ese pequeño espacio es donde radica la posibilidad de transformarse en algo más.
Quedo de acuerdo con estas posturas. Si ya es por demás sabido que el lenguaje tiene como finalidad última atrapar la realidad a través de la definición de los objetos, a los hombres nos falta esa posibilidad de perdernos en las fronteras, de quedar al borde del abismo y de pensar un poco en el “fall in love.”
En este contexto tal vez parezca extraño que recurra al anglicismo para explicar tal perspectiva, pero éste viene a colación si tomamos en cuenta su traducción más literal. Caer enamorado, ceder al abismo y la incertidumbre de lo indefinido bien puede ser relacionado en este sentido con el arte en general, mas toco aquí el tema de la literatura, fantástica por definición, cuyo ejercicio nos permite sacudir un poco de la realidad que nos aqueja.