viernes, 10 de noviembre de 2006

28 de octubre de 2006
Cada vez que quiero escribir me sale espuma por la boca
O algo por el estilo decía el señor Gustavo Sainz, mejor conocido por todos como el padre de la novela de la onda. En una situación similar me encuentro en estos momentos. Y no es que sea el padre de algún tipo de movimiento literario, sino que me está costando demasiado trabajo mantenerme al día en cuanto a escritura se refiere.
Alguien me comentó que esto se debe a que en estos días tengo la cabeza ocupada en lo que será mi primer novela. Sin abundar en detalles, para evitar posibles plagios, estará inscrita dentro del Infrahuevonismo en su veta experimental. Su título será El choque y lo más probable es que llegue a sus manos a partir del 2008, bajo el sello de Rumiante editores.
Otra de las posibles causas para esta imposibilidad de la escritura es que en estos días no he podido dejar de pensar en la muerte de mi bisabuelo. Justo en este instante es algo que me perturba demasiado la mente. Aunque claro, ya con la cabeza serena y los consejos de Paola y Saray, en estricto orden alfabético, he llegado a la decisión de cerrar el ciclo dedicándole mi proyecto.
Otra de las novedades que han acontecido esta semana es que ya no tengo trabajo. Esto puede que impida mi llegada a España el año que entra, aunque tal vez sea lo mejor. A pesar de escuchar reclamos de lo mal que vivo mi vida y de la falta de planeación de mis proyectos, ya tengo el cronograma de El choque, motivo por el cual es menester dejar de lado los estudios en Europa y el trabajo, al menos en esta parte de mi vida. La posibilidad de viajar está ahí y lo mejor es que no iré solo. Ahora todo depende del gobierno del estado y los resultados de las becas el tres de noviembre.
P. D. Vivan los auténticos performans, esos que son espontáneos y callejeros, esos que no se realizan en un museo y que no imprimen dos mil volantes para anunciar tan mentado evento. Viva la creatividad de aquel que en el tren ligero lame el tubo sólo por que se le antoja representar el sadismo de una sociedad dominada por la tecnología.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eso lo tomo sainz de un poema de vallejo... no recuerdo el nombre del poema, pero viene en poemas humanos. xD