domingo, 8 de septiembre de 2013

Crónica chilanga

17 de julio 2013
Crónica chilanga
Llegué al DF el sábado con una sola intención. Conseguir trabajo. Días antes del anuncio de mi viaje, sólo dos personas conocían a conciencia este propósito: mis queridísimas Mode y Elena. Así, luego de visitar a gran parte de mi familia materna, que por suerte coincidió en un mismo punto, llegué por fin con Mode. Dimos un magnífico tour que incluyó un paseo fuera del mítico Bar Bar, festejamos el cumpleaños de mi amiga que se prolongó hasta el domingo y comimos un delicioso pozole en casa de su familia materna.
El lunes comenzó la búsqueda. Dos lugares llenan todas mis expectativas y son mi objetivo y mi sueño: Cafebrería el Péndulo, y la División de Cómics de Editorial Televisa. Luego de una mañana afortunada en el Péndulo, y de un amplio recorrido por la ciudad que incluyó taxis, metrobús, micro y metro, llegué a Coyoacán, y más precisamente, a los brazos de Elena, la chica del asfalto, quien me hizo comprar la pizza más cara del DF. Más tapatía que una torta ahogada, Elena confesó en una agradable plática que no tiene su metrocard ni ha visitado el bosque de Chapultepec, y aunque tiene un hijo más chilango que el smog, se resiste a pasar por el inevitable proceso de chilanguización.
Ayer fue un día cansado; tanto, que terminé irritado. Sobra decir que, pese a la amenaza de un miércoles tempranero, la compañía fue maravillosa con un gran amigo de editorial Santillana, y una rica visita al café Havanna en Polanco con Mode.
Hoy no amaneció tan temprano como debió haber sido. Sin embargo el tiempo y el tráfico nos permitieron llegar a Paseo de la Reforma, donde un imponente Ángel de la Independencia otea la ciudad. Caminé por el Paseo, el mismo de los plantones de Obrador. Vi la Estela de Luz, ese monumento en apariencia inútil que nos permite recordar el sexenio de Calderón, el de los 70 mil muertos y miles desaparecidos más. Ahí vi dos placas conmemorativas del movimiento que en su momento encabezó Sicilia y algunos pañuelos en memoria de jóvenes desaparecidos, algo que mi querida Patterson apreciaría. Recorrí el bosque de Chapultepec y caminé de nuevo hacia el Ángel, y justo en ese trayecto encontré a la persona que estaba buscando: el editor de la División de Cómics de Editorial Televisa. Qué mejor entrevista de trabajo. Le entregué mi curriculum en sus manos y le dije que estaba listo para comenzar a trabajar. La Ciudad de México, la Ciudad de la Esperanza. Y contrario a mi querida chica del asfalto, yo ya estoy comenzando mi proceso de chilanguización. Me quiero quedar en esta ciudad, y parece que las cosas se están acomodando.

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