jueves, 17 de enero de 2008

10 de enero de 2008
Tres minificciones
El hijo de la razón
Hubo una vez una fábrica de monstruos. Su método de trabajo, llamado fantasía, era sencillo, pues sólo necesitaba, como mínimo, que un hombre soñara con palabras para hacerla funcionar. De vez en vez era necesario reemplazar al laboral, y así, cada demiurgo elegía a sus aprendices. Llegado el momento, éstos se convirtieron en maestros, y así, dieron pie a nuevas creaciones.
El exceso de trabajadores propició que cada uno abriera su taller, y pronto proliferaron las fábricas de monstruos. En vista del alud de descalificaciones que venía, uno de esos hombres concibió, con ayuda de una malintencionada razón, la idea de coronarse como el mejor creador de monstruos. Así, pasó de la fantasía a la realidad; su monstruosa creación adquirió vida y se llamó El Hijo de La Razón.
6 de diciembre de 2007
Kkk
...Ahora, los fantasmas de aquellas viejas fotografías en blanco y negro, siempre blanco y negro, me recuerdan con vergüenza los días donde una alba túnica disimulaba lo oscura que tenía la conciencia.
10 de noviembre de 2007
Éxodo
El nuevo Moisés, apoyado en su poderosa milagrería, equivocó las instrucciones para separar las aguas y las condensó en un puñado de nieve. El éxodo no fue, por esto, un fracaso. Los hombres aprovecharon el hielo para confundir en la blancura sus errores y poder iniciar así la vida nueva.
13 de septiembre de 2007

8 comentarios:

Noemí Mejorada dijo...

Hola Juan Carlos, que gusto que estás de regreso, vine muchas veces y el changarro estaba cerrado...

:(

Que hermosas minificciones, sobre todo la última. Yo siempre he querido estar cerca de la nieve, y ahora más, porque ahora se que es un buen lugar para dejar tirados los errores y caminar limpia otra vez... que bonito, si fuera posible...

Gracias por acordarte de mi y visitarme... un abrazooooooo...

sigo viniendo...

Noemí Mejorada dijo...

Ah, por cierto, me encantaría publicar en tu revista, luego me explicas bien ok???

besossss...

jeje

:)

Manuel Romero dijo...

Hacer comentarios:
del primer cuento...
Doctor: jesucristo.
su especialidad: el corazón
Método de trabajo: la oración

del segundo...
como que el tercero debió llamarse kkk, pero éste no tiene una buena razón de ser más allá del chiste mal logrado

del tercero...
mal uso del intertexto, niño. Se suponía que en ese pueblo había una luz de bondad tratando de opacarse, pero bueno, usted no tiene la culpa

Juan Carlos Gutiérrez Mercado dijo...

Saludos a mi Queridísima Rota!!!

Que bueno saber que tienes rostro! Ahora no abrá manera de no reconocerte la próxima vez, aunque claro, soy un poco distraido, y espero algo de compresión por ese detalle. De la revista, va en platicas, pero todas ellas han sido productivas. En cuanto el proyecto esté listo, me pongo en contacto contigo.

A Dios:

Un saludo también. Pues respecto al primero, Cristo como persona es la onda. Ahí tengo una cristología nueva, jejeje. El segundo no era chiste, pero ya qué, y el trecero, pues era nada más un juego con la blancura, que, como tu sabes, no siempre es la limpieza.

Sin más, cuidaos ambos.

rogelio garza dijo...

the kkk took my conscience away.
es bueno!

Juan Carlos Gutiérrez Mercado dijo...

Jejeje

Lo peor es que el KKK que aquel señor ve tan lejano, es, hoy día, una realidad en países como España, donde el partido Democracia Nacional, creo, organizó una marcha antinmigrante en la ciudad de Madrid. Si a eso sumamos los ataques que en el metro de la cuidad han sufrido extranjeros, notamos que la xenofobia está a tope en estos días.

De miedo, ¿¿verdad??

Cicuta drinker dijo...

Me gusta sólo el primero. Quizá es más vorágine y sugerente que los otros dos. el segundo, aunque corto, no deja de ser algo rebuscado e inconcluso. Saludos Jhony..

Juan Carlos Gutiérrez Mercado dijo...

Saludos, mi estimado bebedor de cicuta!!!

Pues he de decirte que el primer texto fue producto de una epifanía, mientras trataba de redactar el trabajo final de una materia. La vorágine que, mencionas, sugiere el texto, ya viene implícita desde su creación. Y no es que me las dé de muy acá. Simple y sencillamente agradezco esos raptos de las ninfas, la zarza, diría el maestro Arreola, para con este servidor.

¡Suerte con esa tesis!