jueves, 30 de noviembre de 2006

19 de noviembre de 2006
Corrido de luto
Lo que rifa es ser narco, jefecita. Cuando sea más grandecito va a ver que d’esto vamos a vivir muy bien. Ya le toco suerte. Traigo estos 500 pesitos de ganancia de tantita mota que vendí. La ley ni cuenta se dio. Es que me ven muy chiquito y por eso no me hacen nada. Es como al principio que me dio miedo y que luego luego de un ratito se me pasó... ¿Se imagina que de grandes téngamos mucho dinero para venir a ayudar al barrio, mamacita? ¿Se imagina? El respeto que nos van a tener. Ahorita ni se fijan en nosotros porque somos los más jodidos de por aquí, pero al rato... ¡Cuando nos vean en la troca, amá! Así como dice la canción. O también como pasa en el pueblito de junto. Uno de los de ahí se fue a mercar mota y pa’ pronto regresó en su camionetota con juguetes pa’ todos los niños. Y lo abrazaban y le daban besos. Las señoras de a rápido se iban con este señor y se le ponían muy pegaditas, así como se le ponía uste’ al difunto.
Lo único que me asusta son los que llegaron con un recado para mí. Me dijeron que me cuidara mucho si pensaba seguir en esto. ¿Y si nos vamos para otro lado? Agarramos uno d’esos terrenitos de afuerita del pueblo y nos vamos p’allá. ¿Qué piensa, jefecita, que no me ha dicho nada? ¿Amá? ¿Está bien?...

No hay comentarios.: